lunes, 11 de enero de 2010

Aquí andamos

La verdad es que vuelvo para deciros que puede que falte otro tiempo. Y es que ya vienen, ya están aquí los temidos...
Hemos pasado un año genial, yo por lo menos, todo el mundo ha tenido sus momentos buenos y sus momentos malos... Pero para qué recordar los malos...
Los buenos han sido muchos, desde aquel gran día en Villalar, pasando por las fiestas post-temidos (exámenes, para los menos hábiles), un gran verano (la gran familia vasca que me acoje todos los veranos son la hostia), las jaias de Bilbo, las fiestas que nos hemos corrido Jiménez y yo...
Pero este año yo creo que ha sido el año de mi entrada en Pucelaikos (y la creacion del Nucleo xDD). Una gentuza fantástica con la que he pasado un medio año para no olvidar jamas gracias a los grandes partidazos, a las barriladas, a Ponferrada, a todos los sábados en casa palencia y lo más cercano en el tiempo, a Nochevieja.
Me ha salido esto, aunque no lo pretendía, pues no soy uno de esos tipos que escriban acerca de él con facilidad, y menos que hable... Pero yo creo que ahora más que nunca me debo a esa gente que me ha aguantado, me aguanta y me aguantará espero que durante mucho tiempo.
Muchas gracias a todos desde este nuestro blog.

Navarro, SyR.

domingo, 3 de enero de 2010

Miedo y asco en Barajas


Y en cualquier aeropuerto de este mundo.
Corren unos tiempos en que a la gente le da igual ponerse en manos de quien sea con tal de ver asegurada su vida, su integridad física o su patrimonio.
Es un fenómeno que se ha repetido durante toda la historia: en el Imperio Romano, en el feudalismo... y ahora con la televisión, el miedo y el terrorismo.
Nos da igual nuestros derechos fundamentales, siempre que se presuma la amenaza de un mal mayor.

Amenazas que todos damos por hecho que existen. Pero poca gente se para a pensar en si existe Bin Laden realmente, en si un hombre desde una cueva de alguna ex república soviética que quiere destruir Occidente existe realmente...

Cuentos chinos que sirven como excusa para manipular a las masas.

La capacidad de una sociedad para repeler los ataques de terroristas, fanáticos y kamikazes no se mide por la cantidad de medidas de seguridad que se tomen contra ellos, sino por la ignorancia que a veces ciega a ésta para ver que el enemigo está en casa, manejando el rebaño a su antojo.


Salud y República. Jiménez.